El poder del pensamiento

Nuestro pensamiento tiene el poder de crear porque somos parte del Creador de cuanto existe; si somos chispas de su esencia y Él está en nosotros, tenemos  sus mismas facultades en forma latente. Al estar envueltos en materia física y habernos olvidado de quiénes somos, ese poder disminuye pero no desaparece y es el responsable de las circunstancias por las que atravesamos en nuestras vidas.

El ser humano es el dueño del pensamiento que moldea el carácter, produce las condiciones, el entorno y el destino de su vida. De ahí que él es lo que piensa, su carácter y sus circunstancias son la suma de todos sus pensamientos. Aunque él no escoja directamente sus circunstancias, sí puede escoger sus pensamientos que  les darán forma a éstas de manera indirecta pero segura por la ley causa-efecto.

La ley causa-efecto funciona absolutamente en el resultado de lo que pensamos. Cuando nuestro pensamiento es positivo, eso mismo aparece en lo que nos toca vivir; esto no quiere decir que tiene que tratarse de dinero o poder, sino de la paz interna que es la que produce la verdadera felicidad. Pero si nuestros pensamientos se fundan en el descontento por las condiciones de nuestra vida o están envueltos en envidia, rebeldía, odio, ambición y toda clase de negatividad, eso estaremos creando. Los pensamientos de malicia y pesimismo, se reflejan a la larga en el cuerpo físico, en enfermedades  y en una cara amarga. Mientras que los pensamientos amorosos, puros y alegres, desprovistos de egoísmo construyen una vida serena.

El pensamiento crea formas que tienden a hacer su efecto, no hay ningún pensamiento que no tenga consecuencia, de ahí la importancia de estar siempre conscientes de lo que pensamos, pues a la larga recogeremos los resultados en el transcurso de nuestra experiencia vital.  Al constituir todos una unidad, estamos indefectiblemente conectados entre sí, por lo que cualquier pensamiento, ya sea positivo o negativo, está unido al de toda la humanidad y, si elegimos los pensamientos de amor en lugar de los que provienen del temor, ayudaremos a limpiar la conciencia colectiva.

Nosotros creamos continuamente las condiciones de nuestra vida, muchas veces sin estar conscientes de ello. Cuando deseamos algo profundamente y ponemos todo nuestro esfuerzo en ello, procurándolo con la fuerza del pensamiento, finalmente se logra. Si nuestro empeño va en el sentido de lo que es conveniente para nuestro desarrollo espiritual, se realizará, pero si éste no ayudaría  en nuestra evolución, se verá obstaculizado para que nos demos cuenta de que no es conveniente en nuestro proyecto de vida. No obstante, en ocasiones el ser humano se obstina en la obtención de algún deseo que logra mediante el poder de su mente; pero si no ayuda a su evolución, finalmente no le será provechoso.   A continuación un mensaje de los maestros espirituales sobre este tema:           

Nuestra mente es creadora y cuando visualiza algo como ya hecho, ve el resultado de su pensamiento creador que se materializa. ¿Por qué no siempre se materializan nuestros pensamientos? Por dos razones, una es porque la mente no tiene suficiente fuerza de concentración, lo que significa que las formas que emite son demasiado débiles para concretarse y otra es porque el Yo Superior de la persona no cree conveniente que ese pensamiento se realice por ser contrario a su plan de encarnación, donde se propone el aprendizaje de alguna virtud que ese deseo cumplido obstaculizaría. Sin embargo, vemos a algunas personas que logran obtener lo que se propusieron en la vida como poder y riqueza. Necesitamos experimentar todas las posibilidades que el mundo físico ofrece y cuando esto sucede, es porque el Yo Superior de la persona así lo decidió. Bien que cuando se tiene todo lo que se puede desear en el mundo, esto conlleva una responsabilidad que consiste en compartir con generosidad lo que se ha recibido trabajando por el bien de la comunidad. No obstante, si el individuo se dedica únicamente a la satisfacción de sus deseos egoístas, estará provocando el karma correspondiente que tiende a recuperar el equilibrio universal.

La mente causa y cura enfermedades, emite calma o desasosiego, aun ante situaciones difíciles. Si controlamos nuestra manera de pensar, dejaremos de reaccionar irreflexivamente ante los obstáculos y seremos dueños de actuar de manera acertada ante ellos. Podemos atraer situaciones nocivas a fuerza de temerlas. Si vivimos con el miedo de ser despojados de nuestros bienes o ser asaltados, acabaremos por atraerlo. Si continuamente tememos enfermarnos, estamos programándonos para que eso suceda. Quien se pelea con el mundo todo el tiempo y todo lo que encuentra a su paso le parece mal, recibirá en respuesta agresión y desarmonía.

Por el contrario, si nuestros pensamientos están en la fe de que nada malo puede ocurrirnos, estos crean una especie de coraza que nos protege. El que vive en la aceptación de lo que le acontece, buscando el aprendizaje de lo que esas circunstancias le ofrecen y procurando practicar el amor en todo lo que realiza, obtendrá paz y armonía en su vida con todo y las aparentes carencias que pueda tener.

También tenemos que tomar en cuenta lo que nos propusimos antes de encarnar,  puede tratarse de algún obstáculo doloroso el cual  ha sido programado para nuestro crecimiento espiritual y fortaleza. Cada uno vive lo que se propuso en su programa de vida, lo importante es cómo se reacciona ante esa circunstancia. Se puede superarla y crecer o rechazarla y perder lo que el alma se había propuesto de antemano. El resultado, nuevamente, está regido por nuestra mente.

Adicciones

Se nos ha otorgado la existencia que se considera como individual, aunque en realidad no lo es, ya que estamos todos unidos siendo uno y lo mismo con nuestro Creador. Nos preguntamos por qué nos hemos alejado en conciencia del Todo y la contestación aproximada es porque se nos ha dado la oportunidad de crear con voluntad propia y así experimentar la vida en la materia física con sus retos, alegrías y sufrimientos, todo para expresarnos como deseamos. Sin embargo, siempre estamos contenidos en Él, no puede ser de otra manera porque Dios no se divide, sólo da libertad a esas partículas de su conciencia para que actúen como lo decidan, pero recogiéndolas después en su Ser Infinito. Todo este proceso se puede resumir en amor, porque por amor da libertad a las partículas de su Esencia para que experimenten toda clase de vivencias y acogerlas de nuevo en su Ser con infinito amor.

Cuando estamos encarnados en la tercera dimensión, decidimos experimentar todo lo que el mundo físico ofrece para desarrollar nuestra creatividad y así contribuir a la creación que es movimiento y expansión continuos. Somos seres divinos que voluntariamente nos hemos limitado en nuestro entendimiento para poder actuar en el mundo material y así experimentar lo contrario de lo que somos para que poco a poco vayamos descubriendo nuestra verdadera naturaleza, que es amor, con el placer infinito que eso confiere.

Al olvidarnos de quiénes somos, de dónde venimos y adonde habremos de volver, nos sentimos solos y abandonados. En ocasiones el ser humano no encuentra el verdadero sentido de la vida y experimenta en el alma una soledad inmensa. Sobreviene un rechazo a los obstáculos que se le presentan en la vida como la falta de amor, dinero o cualquier carencia, que lo empujan a compensarlos con alguna adicción. Estos obstáculos los elegimos antes de encarnar con el objeto de aceptarlos y trascenderlos y la adicción es una forma de evadir esa realidad.

El alcohol y las drogas producen un estado de alteración de la percepción de la realidad que el adicto se rehúsa a vivir. Una vez bajo el efecto de éstas, el individuo no quiere volver a sentir la sensación de infinita soledad y vacío existencial y le crea una dependencia. Por ejemplo, el cigarro produce ciertas reacciones químicas que aparentemente calman la ansiedad y producen una tranquilidad temporal. Así se produce la adicción: el organismo se habitúa tanto a la nicotina, al alcohol o a cualquier tipo de substancia, que necesita que se le proporcione para sentirse bien.

También puede darse la adicción a las personas. Cuando el individuo se apega de tal manera a una persona que sin ella no puede vivir, aunque la relación sea perfectamente negativa porque lo hace sufrir, es porque el sentido de abandono que todos tenemos al creernos separados, él lo tiene en forma exagerada y trata de compensarlo con esa dependencia.

La adicción es una forma de evasión de la realidad. Existen muchas maneras de evadirla. Una de ellas es la obsesión con al trabajo. Trabajar es una actividad que, cuando se vive únicamente para eso, sirve para evitar enfrentar ciertas emociones y problemas de la vida diaria. Otra es la obsesión con la comida, que tiende a compensar ciertas emociones como el miedo, el abandono, la falta de amor, etcétera.

La culpa es un sentimiento nacido del ego, porque una cosa es tomar conciencia de que se actúa erróneamente y tratar de compensar ese error, teniendo al mismo tiempo la intención de no repetirlo y otra muy distinta es instalarse en la culpa por no aceptar haberse equivocado a causa de la propia imperfección. Esto último es soberbia, pues el individuo rechaza el hecho de no ser perfecto, lo que en ocasiones lo lleva a actuar cada vez más en situaciones que le provoquen culpa y así justificar una adicción que la pretende tapar.

El adicto pertenece a un grupo de almas que traen ese gen en su ADN con el objeto de superarlo y buscar la plenitud espiritual en la apertura de conciencia. Este es el caso de una mujer adicta al alcohol y a las drogas que su propia culpa le produjo una terrible enfermedad que le provocó la muerte. Así me habló desde el mundo espiritual:

La adicción es la defensa del alma ante los avatares de la vida en la materia, es la evasión de la realidad, ya que el placer transitorio que ofrece cualquier adicción, cubre por un lapso de tiempo el miedo y el desamparo que se experimenta al no encontrarle sentido a la vida. En mi caso fue para cubrir el sentido de culpa absurdo que ya estaba en mi cuerpo astral como resultado de otras vidas de victimario. En lugar de compensar con servicio y amor, que hice a medias, me sumí en conductas que me proporcionaran culpa para justificar mi adicción, que no era otra cosa que la evasión de la realidad que me tocó vivir. Antes de ir me propuse compensar con servicio y superación de este comportamiento que ya traía de otras vidas.

La religión para mí era un escudo detrás del cual me protegía pensando que si la seguía, eso me salvaría. Ni la seguía realmente ni creía todo lo que decía y por eso vivía culpabilizándome, aunque pensaba que Dios me perdonaría a pesar de mis errores. Ni siquiera solicité la presencia de un sacerdote para que me confesara porque -otra vez la soberbia- me sentía superior a ellos y que mi comunicación con Dios era suficiente. En esto último tenía razón, pero hubiera debido ser con humildad, que fue lo que siempre me faltó. Mi soberbia me ganó y nunca quise admitir que alguien supiera algo que yo no. Aun aquí tengo que quitarme el atavismo de creer que todo lo sé y que lo que me dicen no es cierto.

La depresión es otra forma de evasión. La tendencia, que se trae también en el ADN, es algo que se escoge con la intención de superarla. Lo que la detona es la no aceptación de las circunstancias que se presentan en la vida, lo que produce una serie de desajustes químicos que provocan la enfermedad. Cuando no se atiende puede llegarse al suicidio, que es la máxima expresión del rechazo a la vida como se presenta. He aquí el caso de un suicida que ayudé a encontrar la Luz del mundo espiritual que desde allí me habló.

Carmen, se me permite hablarte para darte las gracias por la ayuda increíble, inconmensurable que me diste al indicarme el camino de la liberación. Como sabes, me suicidé porque no encontraba el sentido de la vida. Me entretenía con festejos para tapar una depresión que no podía controlar. Esa depresión venía de esa falta de sentido de la vida, empezó cuando tuve problemas financieros y  no podía darle todo lo que quería a mi mujer, lo que me frustraba bastante. Cuando la situación económica mejoró, creí que la depresión se acabaría, pero no fue así, me empecé a dar cuenta de la vaciedad de mi vida, de que nada material me satisfacía, pero tampoco busqué la salida, como entrar en conceptos profundos de la vida, todo era reír y pasear. Ahora me doy cuenta de que si hubiera buscado algo de espiritualidad quizá hubiera salido de esa horrible depresión, la cual trataba de esconder en lugar de curar. Aquí he comprendido que es la paz interna que se obtiene a través de dar amor incondicional a todos y generosidad con quien lo necesita. La fiesta está bien como complemento pero no como meta. Ante todo entrar en contacto con tu alma siendo siempre justo y dando amor verdadero a quienes te rodean, sean quienes sean.

La meditación profunda es una útil herramienta que nos pone en contacto con el Todo, por eso es que se experimenta una sensación de plenitud, paz y armonía. Al meditar profundamente nos estamos comunicando con nuestro ser real, que no es separado de la creación, sino parte integral de ella y de Quien es el origen y núcleo de cuanto existe, al que se  le llama Dios, Creador, el Todo, Conciencia Universal. Es en los momentos en los que nos alejamos mentalmente de la tercera dimensión, cuando entramos en relación con la magnificencia de lo que somos en realidad. Somos como gotas de agua del Océano que cuando se unen a Él son el Océano, no hay separación. Esta herramienta nos ayuda a volver a la conciencia de unidad, a entender que no estamos solos ni separados y puede ser útil para el control de la depresión y de las adicciones.

Pero el mejor antídoto de todas estas conductas es la aceptación de lo que nos acontece y de quienes somos, porque todo lo que nos toca vivir lo hemos planeado antes de encarnar para aprender y practicar las diferentes virtudes como la humildad, la paciencia, la generosidad, en suma, el amor en todas sus expresiones, lo que nos llevará a evolucionar y así regresar a nuestro origen.

Diferentes planos de realidad

Sobre el proceso que siguen las almas después de la muerte física, mi querida amiga Ana nos da una idea de lo que es. Desde luego, con las limitaciones que tenemos mientras nos encontramos encarnados, no podemos entender en todas sus implicaciones lo que corresponde al mundo espiritual. Sin embargo, continuaré  compartiendo lo que ella me describe.

Pasé por el primer plano, que como te dije, es para despresurizarse del ambiente denso del mundo material. En ese mundo todavía las almas se manifiestan como eran en su última vida y crean entornos ideales como los que hubieran deseado vivir sobre la Tierra. Ese mundo es bellísimo pero todavía cercano a la vida en la materia. Se llega allí con los defectos que se tenían en vida pero el entorno amoroso que se vive en ese plano va disolviendo esos defectos aunque sin erradicarlos por completo. Se van comprendiendo paulatinamente las verdades del mundo espiritual que ayudan a disminuir esos  defectos y van poco a poco deseando elevarse a otro nivel. Esto no se puede medir en términos de tiempo porque el tiempo lineal no existe aquí, pero en intensidad de pensamiento.

Después de ese primer plano, alcanzas la frecuencia a la que estás preparado según la vida que has llevado en el mundo material. Hay quienes se estacionan en ese primer plano largo tiempo por estar todavía atados a los deseos terrenales, pero otros sólo pasan muy poco tiempo por allí porque su deseo es seguir el proceso de elevación de frecuencia para alcanzar planos superiores. Este fue mi caso, no me estacioné casi nada en ese plano pues mi deseo era seguir elevándome.

Al llegar al primer plano del mundo espiritual, se comienza con el repaso de la vida que se acaba de dejar observando los errores y aciertos que se tuvieron durante esa experiencia. Si el cuerpo astral se encuentra muy deteriorado debido a drogas, alcohol, adicción sexual, enfermedad, falta de amor, entre otros, entra el alma en un período de sueño en el que se le cura con energía amorosa enviada por los guías y los seres que se dedican a la curación de los recién llegados. El orgullo es algo que entorpece la elevación al siguiente plano, ya que en todos los niveles se está expuesto a ese gran defecto. Hay a quienes se les dificulta cambiar las creencias que tenían, otros no pueden deshacerse del deseo de sobresalir pero poco a poco los defectos que se tenían durante esa vida se van diluyendo sin desaparecer por completo. Cuando todos los deseos terrenales se ven satisfechos, surge el anhelo por algo superior y se elevan al siguiente plano.

Cuando se agota el deseo de permanecer en ese plano, se eleva el alma al segundo plano donde ya se reúne con el grupo al que pertenece y se comienza a estudiar las verdades cómicas y cómo se maneja el Cosmos. Esta palabra engloba a todos los universos que existen con todo lo que en ellos habita. Es verdaderamente apasionante volver a descubrir la maravilla de la Creación y conocer el amor y la compasión de esa Fuente de Toda Vida a la que llamamos Dios.

Al llegar al segundo plano, que es un decir que sea segundo porque hay muchas capas vibratorias que hay que atravesar, me encontré con que nos reunimos con el grupo al que pertenecemos por frecuencia vibratoria. Es cuando te das cuenta de con quién aceptaste encarnar en esta última ocasión, si lo hiciste bien en lo que te propusiste aprender o tendrías que volver a repetirlo. El grupo al que perteneces son almas que nos conocemos desde hace millones de años y con quien hemos trabajados en múltiples vidas. Este en especial es al que tú perteneces y por eso se nos dio la oportunidad de trabajar juntas.

Lo que sigue es estudiar las leyes cósmicas, que cuando encarnamos se nos olvidan por completo. Comenzamos a entender el significado de la vida en la materia, del olvido total en el que nos sumimos para experimentar esas vidas en las que hay que descubrir lo que en realidad somos, que es AMOR. Sí… son vidas difíciles la mayoría de ellas, pero hemos aceptado ese reto para crear nuestras diferentes experiencias y así expandirnos con el Creador, quien nos acompaña siempre en esta aventura.

En este plano es sumamente interesante volver a entender cómo funciona la creación y se trabaja duro. Siempre estamos listos para ayudar a los recién llegados a adaptarse y dirigirlos hacia donde les corresponde. Según el avance que hayas tenido en tus diferentes experiencias, puedes volver a encarnar o seguir elevándote en el mundo espiritual. Creo, en mi caso, que ya no volveré a la Tierra, mi deseo es seguir elevándome a planos más sutiles.

El alma puede decidir volver a encarnar o puede seguir su evolución en el mundo espiritual. Es más efectivo volver al mundo terrenal debido a los obstáculos que hay que superar, lo que hace que el aprendizaje sea más rápido. Es desde este segundo plano donde la mayoría de los seres humanos deciden volver a encarnar.

Te preguntas cómo nos reconocemos, puesto que ya no tenemos cuerpo con el que nos conocimos en el mundo material. De todos modos hemos tenido multitud de esos que podríamos comparar con disfraces. Aunque si lo deseamos podemos adoptar uno de ellos vistiéndonos con el pensamiento, nos reconocemos por frecuencia vibratoria, porque cada uno es único e irrepetible.

No entiendes cómo si en esta vida que acaba de terminar era una de tantas personalidades de mi Yo Total o Ser Superior, esté pasando por todo este proceso. Y ¿qué pasa con las otras personalidades que están experimentando otras vidas en un eterno presente? Ya te dije que la simultaneidad no se puede entender mientras estás encarnado, pero trataré de explicarte cómo funciona. Cada una de estas personalidades de mi Yo Total, después de terminar su experiencia pasa por este mismo proceso y va cada vez más sintiendo y sabiendo todo lo que sucede a las diferentes personalidades, puesto que son la misma entidad. Es como si los diferentes tentáculos del pulpo (personalidades), al ir recogiéndose en la cabeza del mismo, van entendiendo y experimentando lo que todas las diferentes personalidades han hecho. En realidad a los que vemos y nos comunicamos es con los Seres Totales, que gracias a las diferentes experiencias de sus personalidades, van subiendo de plano vibratorio, y cuando ya no encarnan en la Tierra, es la “cabeza del pulpo” la que se manifiesta en este plano celestial.

Los maestros nos dicen lo siguiente: “Al desprendernos del mundo físico seguimos nuestro camino ascendente hacia planos más elevados de conciencia. Cada etapa va dándonos más elementos para llegar a la Verdad Absoluta. Cuando nos unimos finalmente al Padre, nuestra conciencia individual no desaparece, sino que se une a las demás conciencias aunando así nuestras diversas experiencias y compartiendo con el Absoluto todas las vivencias de cada uno. Esto es difícil de entender para nuestra limitada mente humana, sin embargo así se nos dice que es”.   

Diferentes experiencias del Ser Superior

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La  evolución se lleva a cabo mediante diferentes vivencias en el mundo físico. Al bajar a él olvidamos expresamente todo lo que hemos vivido en otras ocasiones y nos involucramos con su ilusión. Al principio buscamos regresar una y otra vez hasta que, al comprender su futilidad y darnos cuenta de que de esa manera no se encontrará la plenitud, poco a poco nos acercamos al Amor que es nuestra esencia. Esto es lo que decidimos experimentar para ejercer nuestra creatividad, diseñando las circunstancias que nos sacarán del sueño en el que voluntariamente nos sumimos.

El proceso evolutivo lo decidimos de antemano, quisimos  vivir todo lo que ello comporta, experimentar toda clase de vivencias como la pobreza y la riqueza, el poder y la sujeción, la salud y la enfermedad, la alegría y el sufrimiento y toda la serie de experiencias que el mundo físico ofrece. Sin embargo el objetivo de la vida en la materia física es descubrir nuestro verdadero ser que es amor y unión con el Todo. Es algo que  olvidamos al encarnar para vivir la aventura del mundo dual  y salir de él después de múltiples vidas que nos harán redescubrir lo que somos en realidad, una chispa de la Conciencia Universal a la que llamamos Dios.

Nuestro verdadero  Ser, que es esa chispa divina, desea  bajar a la densidad del mundo físico por lo que necesita de un vehículo  para poderse manifestar en él. Se proyecta entonces en diferentes personalidades, cada una viviendo una experiencia distinta de manera simultánea. Mientras  una  entra en la profunda oscuridad, otra trata de compensar esa actitud para llegar  al equilibrio. Se puede comparar al Ser Superior o Chispa Divina con la cabeza de un pulpo, siendo cada tentáculo una de sus personalidades. Cuando hablamos de equilibrio nos referimos a la Ley Universal del Amor, que es la que une todo con el Todo, que es Dios y su Creación. A ese equilibrio tendremos que llegar al finalizar todas las experiencias en este plano.

No entendemos mientras estamos cubiertos con un cuerpo lo que venimos a experimentar, que es la práctica del Amor Universal para acceder a la Conciencia de Unidad que hemos olvidado. Cuando vivimos en la Tierra nos involucramos con una serie de comportamientos dirigidos a contrarrestar el sentimiento de separación, al creernos separados del Todo. Esto nos provoca miedo y nos produce todas las necesidades de ser superior a los demás, de ser aceptado y reconocido, de poseer dinero y efectos materiales y de controlar nuestras vidas y la de los demás, lo que se traduce en búsqueda de poder. Nada de esto nos satisface profundamente porque lo que en realidad buscamos, sin ser conscientes de ello, es la unión con el Todo.  Si entendiéramos esto mientras estamos encarnados, nuestras vidas serían más fáciles.

Antes de encarnar, en cada vida se programan las circunstancias necesarias para lo que necesitamos aprender. Elegimos los obstáculos que habrá que superar para el éxito de esa experiencia, así como las almas con las que habremos de interactuar.

Como ejemplo de lo anterior, damos a continuación  el relato de una regresión a “vidas pasadas” en la que el sujeto ve dos vidas compensatorias: una en la que demuestra cobardía y otra en la que es valeroso. En la primera elige como obstáculo perder un oído, que le traería muchos problemas en su vida diaria y que no pudo superar.

“Lo primero que veo es que estoy afuera de mi casa, muy enojado. Estoy así debido a que acabo de golpear a mi esposa frente a mi hijo pequeño. De pronto, comienzo a sentir mucho dolor en mi oído izquierdo.

“Se aparece ante mí la escena que origina este dolor. Estoy sentado en un salón de clases, el profesor me ordena ponerme de pie y me castiga golpeándome con una vara en la oreja izquierda. A partir de ahí mi vida se vuelve difícil debido a esa parcial sordera. Al no poder oír bien lo que se me dice, los demás me consideran como si fuera tonto, lo que me lastima profundamente. No obstante, no me rindo e intento llevar una vida normal. Me caso, instalo mi propia granja con la ayuda económica de mis padres y tengo un hijo. Pero mi vida no fluye como debiera porque sufro de fuertes depresiones.  Debido a esta situación, la granja no produce lo necesario y la relación con mi esposa se deteriora.

“Vuelvo a la escena en donde acabo de golpear a mi esposa y camino hacia un cobertizo en donde guardo herramientas. Al entrar veo mi escopeta y siento paz al pensar que todo se acabará si me quito la vida y eso hago.”

El suicidio, generalmente, se considera como un acto de cobardía al no haber sido capaz el sujeto de superar los obstáculos que él mismo se puso. Una vez que ha dejado su cuerpo, esto provoca una gran culpa en quien lo realiza.

En la segunda ocasión, el paciente relata ver una vida en donde es un hombre que vive en Austria y que pertenece a la nobleza. Como no tiene necesidad de trabajar, pasa buena parte de su tiempo escalando  montañas.

“Veo que escalar es mi pasión. Me da miedo hacerlo pero me sobrepongo a ello por la necesidad de superarlo y obtener le recompensa de alcanzar la cima. Sin embargo, las montañas de mi país no las encuentro suficientemente retadoras. Viajo entonces al Himalaya, donde el reto es mucho mayor y que gracias a los peligros que se presentan, tengo que ejercitar mi valor.

“Hago ese viaje cada año aunque mi esposa se opone a ello. En uno de mis viajes decido llevar a mi hijo de doce años, pero pierde una mano en un accidente durante la excursión. Siento mucha culpa, pero le transmito que con valor se puede superar cualquier obstáculo.”

Este caso compensa la cobardía que mostró en la anterior experiencia. Se propuso ejercer la valentía para erradicar el miedo, que es una vibración negativa. El Ser Superior de este paciente, le permitió ver estas dos vidas para entender la importancia de enfrentar la vida actual con valor bajo cualquier circunstancia.

Todo en el Universo tiene dos aspectos, el pasivo como femenino y el activo como masculino.  La Chispa Divina o Ser Superior no tiene sexo pero tiene en sí los dos aspectos que experimenta alternativamente en cada personalidad. El aspecto femenino va más dirigido al amor y el masculino a la creatividad,  en el primero está más desarrollada la intuición y en el segundo el raciocinio. Así, se viven los dos sexos según lo que se desea experimentar y aprender cada vez.

Different Experiences of the Higher Self

Evolution occurs through various experiences in the physical world. We expressly forget everything we previously underwent and become involved in the illusion when we descend into it. Initially, we try to return again and again until we understand its futility, realizing that we will not achieve fulfillment through this path, and we slowly approach Love that is our essence. This is what we have decided to experience in order to exercise our creativity, designing the circumstances that will release us from the dream in which we have voluntarily submerged ourselves.

We decided our evolutionary process beforehand. We wanted to live everything it entails, to undergo a variety of experiences such as poverty and richness, power and subjection, happiness and suffering, and the series of experiences that the physical world has to offer. However, the objective of life in the physical world is to discover our true being that is love and unity with the Whole. This is something we forget once we embody to experience the adventure of the dual world and gain exit after multiple lives that will lead to rediscovering what we are in reality: a spark of Universal Consciousness that we call God.

Our true Self, which is that Divine Spark, wishes to descend into the denseness of the physical world so it needs a vehicle to manifest itself while there. It then projects itself in different personalities, each one living a different experience simultaneously. While one enters profound darkness, the other attempts to compensate for that attitude to achieve balance. The Higher Self or Divine Spark can be compared with the head of an octopus, with each tentacle representing one of its personalities. When speaking about balance, we are referring to the Universal Law of Love, which is the one that unites everything with the Whole that are God and His Creation. We will have to reach that balance when finalizing all of the experiences in this plane.

We do not understand that what we have come to experience while we are sheathed in a physical body is to the practice Universal Love and access the Unity Consciousness that we have forgotten. When we live on Earth, we become involved with a series of behaviors to counteract the feeling of separation, in the belief that we are separated from the Whole. This causes fear and the need to feel above the rest, be accepted and acknowledged, to possess money and material things, and to control our lives and that of others, all of which translates into seeking power. None of this deeply satisfies us because although we are unaware of it, what we are actually looking for is unity with the Whole. Our lives would be much easier if we understood this while we are embodied.

The necessary circumstances for what we need to learn are programed in each lifetime before we are embodied. We choose the obstacles that we will need to surmount in order to succeed in this experience, as well as the souls we will interact with.

As an example of the above, following is a narration of a “past” life regression where the subject sees one of his lives compensating for another: the first where he is a coward and the second where he is brave. In the first, he choses to lose his hearing, bringing insurmountable day-to-day challenges upon himself.

“The first thing I see is me outside of my house; I’m very angry. I feel that way because I’ve just given my wife a beating in front of our young son. Suddenly, I feel intense pain in my left ear.

“The scene that causes the pain appears before me. I’m sitting in a classroom; the teacher orders me to stand up and he punishes me taking a stick to my left ear. From then on, my life becomes difficult due to partial hearing loss. Since I can’t hear what they’re saying to me clearly, they think I’m stupid, and that really hurts me. But I don’t give up and I try to have a normal life. I get married; I set up a farm with financial help from my parents, and I have a son. But my life doesn’t flow as expected, and I’m terribly depressed. Because of that, the farm isn’t productive enough, and my relationship with my wife deteriorates.

“I return to the scene when I’ve just hit my wife and I head towards a shed where I keep my tools. Once inside, I see my rifle and feel peaceful thinking that it would all be over if I took my life, and that’s what I do.”

Suicide is generally considered an act of cowardice since the individual is unable to overcome the barriers that he set for himself. Once abandoning the body, this generates great guilt in who does so.

In the second instance, the same consultant narrates seeing a life where he is a nobleman from Austria. He spends most of his time mountain climbing since he doesn’t need to work.

“I can see climbing is my passion. I’m afraid of doing it, but I overcome my fear because of the need I feel to surmount it and the reward reaching the summit represents. But I don’t find the mountains in my country challenging enough. I then travel to the Himalayas where the challenge is much greater because of the dangers it entails and I have the opportunity to exercise my courage.

“I make this trip every year although my wife is in disagreement. I decide to take my twelve-year old son with me on one of the trips, and he loses one of his hands in an accident during the excursion. I feel very guilty, but I transmit to him that any obstacle can be overcome when one is courageous.”

This case compensates for the cowardice that prevailed in the other experience. He decided to exercise courage to eradicate fear, which is a negative vibration. His Higher Self allowed him to see both of these lives to understand the importance of facing one’s current life with courage, no matter the circumstances.

Everything in the Universe has two aspects: the passive as feminine, and the active as masculine. The Divine Spark or Higher Self is genderless but does contain both aspects and can experience them alternatively in each personality. The feminine aspect is more geared towards love, and the masculine, to creativity. Intuition is more intensively developed in the former, and rationality in the latter. This is how both genders are experienced depending on what it wishes to live and learn on each occasion.