La reencarnación – Reincarnation

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La Reencarnación es un tema controvertido, mientras algunos lo niegan otros lo aceptan como el natural proceso de la evolución del alma. Transcribo a continuación una lección recibida de los maestros espirituales.

Si contemplamos la creación, vemos cómo las leyes que rigen el universo son de una profunda sabiduría y no podemos más que concluir que han sido concebidas por una inteligencia superior y que no pudieron haber salido de una forma espontánea. Existe un orden universal que difícilmente se puede negar, que tiene que estar regido por algo que nos es incomprensible todavía pero, desde luego, muy superior a lo que podamos siquiera imaginar.

Hay otra cosa que es evidente para el más simple observador, y es que todo evoluciona. ¿Hacia dónde? no sabemos, pero desde el comienzo del universo físico se van formando diferentes clases de materia, las cuales van evolucionando hacia formas de vida más complejas hasta llegar al ser humano. Así pues, la evolución es incontestable, sólo que no sabemos hacia dónde se dirige o cuál es el futuro de toda esta creación. Los diferentes místicos de la humanidad han dado cada uno su versión, pero todos coinciden en que nos dirigimos hacia nuestro origen.

Si hablamos de evolución, nos encontramos ante el tema de reencarnación que unos aceptan y otros no; pero los que creen en ella, cada uno da una diferente interpretación. ¿Cuál es la verdadera? Todas tienen parte de verdad, aunque con una conciencia de tercera dimensión no se pueden entender, en toda su magnitud, los misterios de la creación. Conforme vayamos abriendo nuestra conciencia a los otros planos, iremos comprendiendo mejor el proceso creativo y el porqué de los diferentes acontecimientos que se realizan a lo largo de la creación y evolución del universo.

La doctrina de la reencarnación expone que el hombre nace una y otra vez en la Tierra hasta llegar a tomar conciencia de su divinidad. Cuando nuestro Espíritu o Chispa Divina, llamada Yo superior, Ser Esencial o Yo total, desea experimentar  el mundo físico, acepta entrar en el olvido total de su verdadero ser para  redescubrirlo a través de múltiples experiencias. Todas estas vidas tienen lugar simultáneamente en un eterno presente, ya que el tiempo lineal como lo percibimos mientras estamos encarnados, no es así. Pero como al estar inmersos en el sistema espacio-temporal no entendemos la simultaneidad, tenemos que explicar este proceso como vidas sucesivas. Así, el Yo Superior se expresa simultáneamente en diferentes personalidades en distintos momentos de la historia de la Tierra. Sus experiencias sirven para desarrollar su creatividad y crecer espiritualmente, compensándose unas a otras hasta lograr la comprensión de lo que en realidad somos, que es AMOR.

Después de la muerte física, el alma se dirige hacia el mundo espiritual y llega al plano que le corresponde por frecuencia vibratoria. Allí se encuentra con el grupo de almas con las que ha interactuado a través de varias vidas y se comunican entre ellas para analizar el trabajo efectuado durante la vida que acaba de terminar y verificar los avances obtenidos en ella.

A continuación, el alma, habiendo tomado conciencia de su verdadero ser divino, va al plano de aprendizaje en el que se estudian las verdades cósmicas y  cómo funciona la creación. Acto seguido, después de trabajar intensamente en tratar de mejorar los defectos de carácter, el alma decide regresar a la Tierra o seguir su evolución en el mundo espiritual, en donde también se avanza pero más lentamente. Sin embargo, hay ciertas experiencias que sólo ofrece el mundo físico, en el que al ser el ambiente tan adverso, se aprenden las virtudes en forma rápida y profunda.

Cuando un alma decide continuar evolucionando en el plano terrenal, antes de comenzar una nueva encarnación, recibe la ayuda de su guía principal y de otros altísimos seres que se dedican a organizar las vidas que las almas necesitan para avanzar.

Se le proponen al alma las diferentes opciones que puede elegir en lo que respecta al cuerpo, el sexo, la familia, el medio socioeconómico y el lugar geográfico, según lo que decida experimentar. Se consideran todos los aspectos de la próxima vida que le servirán para su avance espiritual, así como para compensar errores que ha provocado con su actuar egocéntrico en el curso del proceso evolutivo. Asimismo se eligen las almas con las que actuará en esa vida, en muchas ocasiones como compensación, o para expresar el perdón y el amor. Se organizan, y el alma acepta, los diferentes obstáculos que tendrá que superar durante su vida.

La enseñanza de la reencarnación nos lleva a comprender el porqué de nuestras diferencias de destino, de estado de conciencia, de medio socioeconómico, de sufrimientos. Parecería que la vida se ensaña con algunos, dándoles a otros todas las satisfacciones materiales. Sin embargo, todo en la vida tiene una razón de ser y esto se explica porque cada cual se encuentra en un nivel de conciencia distinto según su grado de evolución y, por otro lado, se trata de experiencias que difieren unas de otras porque han sido concebidas con un objetivo específico de aprender ciertas virtudes, así como para desarrollar la creatividad que yace en el interior de cada uno.

En el mundo vemos seres en muy distintos niveles de evolución. Mientras algunos actúan en forma negativa que llega hasta la crueldad, otros están en la búsqueda de la Luz ejerciendo el amor a sus semejantes. Esto no quiere decir que unos sean mejores que otros, ya que todos, intrínsecamente, tenemos la misma cantidad de luz; la diferencia estriba en el grado en que cada uno se ha purificado a través de la desidentificación con el ego, que es el que nos cubre de sombra.

Todas las acciones de los seres humanos están interrelacionadas, y aun las más inarmónicas sirven a quienes sufren de ellas para desapegarse de este plano, eliminar karma y practicar la compasión y el no juicio.

Cada vez que rompemos la armonía universal, que es amor, con nuestro actuar egocéntrico, obra la ley causa-efecto o lo que se entiende por karma. Entonces se nos da la oportunidad de tener una determinada experiencia que nos enseñe la forma correcta de actuar. No es un acto punitivo del universo, sino el simple efecto de nuestras causas que necesitan ser corregidas para restablecer el equilibrio perdido.

En la experiencia del mundo físico, se necesita experimentar todo: tanto lo agradable  como lo desagradable, ya que esto último nos templa y nos fortalece, siendo el placer sólo un aliciente que nos permite continuar la lucha y la superación. Un mensaje de los guías nos aclara por qué volvemos una y otra vez a encarnar en el mundo físico.

La vida en el mundo espiritual es la verdadera vida y no se comprende esto mientras se está inmerso en la materia física. Nuestra existencia es maravillosa, pero siempre está presente la atracción de la Fuente que nos dio la vida y la individualidad. Es por esta atracción por lo que nos vemos impelidos a avanzar, y sabemos que no hay mejor escuela que la vida en el plano físico, ya que tenemos que comprender su funcionamiento en forma completa. Es decir, que se tiene que pasar por todas las experiencias para merecer el siguiente plano pues ha sido nuestra voluntad expresarnos en el plano de la materia física. Nos cuesta trabajo, mientras estamos allí, comprender cómo se puede desear ir a sufrir y pasar por toda clase de privaciones, pero se tiene que entender que el enfoque en esta dimensión es completamente distinto. El sufrimiento y las privaciones ayudan a desapegarse del atractivo del plano terrenal, el cual, mientras se sigue vibrando en esa tesitura, nos atrae irremisiblemente a volver a él. Es por esto por lo que se escoge sufrir, ya que eso eleva la vibración y nos ayuda a desapegarnos del plano en el que nos vemos atrapados si nos dejamos llevar por sus placeres ilusorios y sus espejismos. El sufrimiento, ya sea físico o moral, nos eleva de la vibración terrena pues se opone a nuestro deseo de bienestar, que es lo que nos apega a esa dimensión.

Una vez que se han desarrollado todas las virtudes a través de las distintas vidas, el alma pasa al siguiente plano donde ya no es necesario regresar a la Tierra.

Reincarnation

Reincarnation, which is the soul’s natural way to evolve, is a controversial subject, denied by some and accepted by others. Below is a lesson received from teachers that belong to the spiritual realm:

If we contemplate Creation, we can see how the laws that govern the Universe are of a profound wisdom and we can only conclude that they have been conceived by a higher intelligence and did not create themselves spontaneously. There is a universal order that can hardly be denied and it must be governed by something that is still beyond our comprehension, but is indeed far more superior than we can possibly imagine.

There is another matter evident even to the simplest observer: everything evolves. Whereto? We do not know, but different kinds of matter have been forming since the beginning of the Universe, matter which evolves into more complex forms of life until it reaches the human state. Therefore, evolution is undeniable, however we do not know where it is headed to or what the future awaits in that regard. Humanity’s various mystics have each given a different version, but all agree that we are heading back towards our origin.

If we speak of evolution, we find ourselves before the subject of reincarnation, one which is accepted by some and denied by others; but each of those who believe provide different versions. Which one is true? All of them are partly true, but a third dimensional consciousness is not enough to fully understand the mysteries of Creation. As we continue to open our consciousness to other realms, we will better understand the creative process and the reasons behind the different events that happen throughout the Universe’s creation and evolution.

The reincarnation doctrine explains that man is born once and again on Earth until it gains awareness of its divinity. Once our Spirit or Divine Spark, also known as the Higher Self, Essential Being or Total Self, decides to experiment the physical world, it accepts the entry into total forgetfulness of its true self in order to rediscover it through multiple experiences. All these lives take place simultaneously within an eternal present, because lineal time as we perceive it while we are incarnate is not lineal at all. But since we are immersed in the space-time system we cannot understand simultaneity, we have to explain this process as a succession of lives.

Thus, the Higher Self expresses itself simultaneously through various personalities during different moments of Earth’s history. Its experiences are used to develop its creativity and grow spiritually, compensating each other until an understanding of what we truly are is reached, which is LOVE.

After the physical death, the soul sets out towards the spiritual world and reaches the plane it belongs to according to its vibratory frequency. There, it meets with the group of souls it has interacted with through various lives to communicate among each other and analyze and verify the work carried out and the advances obtained during the recently ended life.

Right after, the soul, having reached awareness of its true divine self, sets out towards the teaching plane to study the cosmic truths and the ways of Creation. Then, after working intensely on improving flaws of character, the soul decides to return to Earth or continue its evolution in the spiritual realm, where one can advance but at a slower pace. Nonetheless, there are certain experiences offered only by the physical world, where the environment is so adverse that the virtues are learned in a quicker and deeper manner.

When a soul decides to continue evolving in the earthly plane, before the beginning of a new incarnation, it receives assistance from its main guide and other higher beings whose job is to organize the lives the souls need to progress and improve.

Different options are offered to the soul to choose in regard to its body, gender, family, socioeconomic status and geographical place, in accordance to what it decides to experience. It then takes into consideration all the aspects of the next life which will help it to advance spiritually, as well as to compensate errors caused by its selfishness during the course of its evolutionary process. Also, it chooses the souls it will coexist with in said life, in many occasions as compensation or to express forgiveness and love. They organize, and the soul accepts the different obstacles to be transcended during its lifetime.

The teaching of reincarnation leads us to understand the why of our different destinies, our different levels of awareness, of socioeconomic status, of suffering. It seems that life is cruel to some while it gives others all the material satisfactions. However, everything in life has a reason and this is explained through the fact that everyone is in a different level of awareness in accordance with their level of evolution and, on the other hand, it is about experiences that differ one from another because they have been conceived with the specific purpose of learning certain virtues, as well as to develop the creativity that lies within each and everyone.

We see many beings in this world that are in different levels of evolution. While some act so negatively as to achieve cruelty, others are searching for the Light by practicing love among their fellow men. This does not mean that some are better than others, since all of us have, inherently, the same amount of light; the difference strives on the level of purification each one has achieved through the detachment of the ego, which is what covers us with shadow.

All of the human beings’ actions are interrelated, and even the least harmonious ones serve those who suffer them to detach themselves from this word, eliminate karma and practice compassion and non-judgment.

Every time we break the universal harmony, which is love, through our self-centered actions, the law of cause and effect, also known as karma, comes into place, thus giving us the opportunity to have a certain experience that teaches us the correct way to act. It is not a punishment from the universe, but a simple effect of our causes that need to be corrected to reestablish the lost balance.

When we come to this world we are meant to experience everything: that which is pleasant and that which is unpleasant; the latter tempers and strengthens us, while the former is only an incentive for us to continue the struggle and self-improvement. A message from the guides clarifies why we continuously decide to incarnate in the physical world:

Life in the spiritual world is the true life and this cannot be understood while you are immersed in the physical matter. Our existence is marvelous, but the attraction from the Source that gave us life and individuality is always present. It is because of this attraction that we are often prevented from advancing, and we know there is no better school than the life in the physical plane, where we must learn to understand its functioning in a complete manner. That is, one must go through all the experiences to deserve the next plane because it has been our will to express ourselves in the realm of physical matter. It is difficult to understand, while we are there, how we can wish to suffer and go through all kinds of losses, but one must understand that the focus in this dimension is completely different. The suffering and losses help you to detach from the attractions of the earthly plane, which, while one is still vibrating in that position, irremissibly attracts us to return to it. This is why one chooses to suffer, because suffering increases the vibration and helps us to detach from the plane in which we can get stuck if we let ourselves be carried on by its illusory pleasures and mirages. Suffering, whether physical or moral, elevates our terrestrial vibration because it opposes our desire for wellbeing, which is what attaches us to this dimension.

Once all the virtues have been developed through different lifetimes, the soul passes on to the next plane where it is no longer necessary to return to Earth.

Diferentes planos de realidad

Sobre el proceso que siguen las almas después de la muerte física, mi querida amiga Ana nos da una idea de lo que es. Desde luego, con las limitaciones que tenemos mientras nos encontramos encarnados, no podemos entender en todas sus implicaciones lo que corresponde al mundo espiritual. Sin embargo, continuaré  compartiendo lo que ella me describe.

Pasé por el primer plano, que como te dije, es para despresurizarse del ambiente denso del mundo material. En ese mundo todavía las almas se manifiestan como eran en su última vida y crean entornos ideales como los que hubieran deseado vivir sobre la Tierra. Ese mundo es bellísimo pero todavía cercano a la vida en la materia. Se llega allí con los defectos que se tenían en vida pero el entorno amoroso que se vive en ese plano va disolviendo esos defectos aunque sin erradicarlos por completo. Se van comprendiendo paulatinamente las verdades del mundo espiritual que ayudan a disminuir esos  defectos y van poco a poco deseando elevarse a otro nivel. Esto no se puede medir en términos de tiempo porque el tiempo lineal no existe aquí, pero en intensidad de pensamiento.

Después de ese primer plano, alcanzas la frecuencia a la que estás preparado según la vida que has llevado en el mundo material. Hay quienes se estacionan en ese primer plano largo tiempo por estar todavía atados a los deseos terrenales, pero otros sólo pasan muy poco tiempo por allí porque su deseo es seguir el proceso de elevación de frecuencia para alcanzar planos superiores. Este fue mi caso, no me estacioné casi nada en ese plano pues mi deseo era seguir elevándome.

Al llegar al primer plano del mundo espiritual, se comienza con el repaso de la vida que se acaba de dejar observando los errores y aciertos que se tuvieron durante esa experiencia. Si el cuerpo astral se encuentra muy deteriorado debido a drogas, alcohol, adicción sexual, enfermedad, falta de amor, entre otros, entra el alma en un período de sueño en el que se le cura con energía amorosa enviada por los guías y los seres que se dedican a la curación de los recién llegados. El orgullo es algo que entorpece la elevación al siguiente plano, ya que en todos los niveles se está expuesto a ese gran defecto. Hay a quienes se les dificulta cambiar las creencias que tenían, otros no pueden deshacerse del deseo de sobresalir pero poco a poco los defectos que se tenían durante esa vida se van diluyendo sin desaparecer por completo. Cuando todos los deseos terrenales se ven satisfechos, surge el anhelo por algo superior y se elevan al siguiente plano.

Cuando se agota el deseo de permanecer en ese plano, se eleva el alma al segundo plano donde ya se reúne con el grupo al que pertenece y se comienza a estudiar las verdades cómicas y cómo se maneja el Cosmos. Esta palabra engloba a todos los universos que existen con todo lo que en ellos habita. Es verdaderamente apasionante volver a descubrir la maravilla de la Creación y conocer el amor y la compasión de esa Fuente de Toda Vida a la que llamamos Dios.

Al llegar al segundo plano, que es un decir que sea segundo porque hay muchas capas vibratorias que hay que atravesar, me encontré con que nos reunimos con el grupo al que pertenecemos por frecuencia vibratoria. Es cuando te das cuenta de con quién aceptaste encarnar en esta última ocasión, si lo hiciste bien en lo que te propusiste aprender o tendrías que volver a repetirlo. El grupo al que perteneces son almas que nos conocemos desde hace millones de años y con quien hemos trabajados en múltiples vidas. Este en especial es al que tú perteneces y por eso se nos dio la oportunidad de trabajar juntas.

Lo que sigue es estudiar las leyes cósmicas, que cuando encarnamos se nos olvidan por completo. Comenzamos a entender el significado de la vida en la materia, del olvido total en el que nos sumimos para experimentar esas vidas en las que hay que descubrir lo que en realidad somos, que es AMOR. Sí… son vidas difíciles la mayoría de ellas, pero hemos aceptado ese reto para crear nuestras diferentes experiencias y así expandirnos con el Creador, quien nos acompaña siempre en esta aventura.

En este plano es sumamente interesante volver a entender cómo funciona la creación y se trabaja duro. Siempre estamos listos para ayudar a los recién llegados a adaptarse y dirigirlos hacia donde les corresponde. Según el avance que hayas tenido en tus diferentes experiencias, puedes volver a encarnar o seguir elevándote en el mundo espiritual. Creo, en mi caso, que ya no volveré a la Tierra, mi deseo es seguir elevándome a planos más sutiles.

El alma puede decidir volver a encarnar o puede seguir su evolución en el mundo espiritual. Es más efectivo volver al mundo terrenal debido a los obstáculos que hay que superar, lo que hace que el aprendizaje sea más rápido. Es desde este segundo plano donde la mayoría de los seres humanos deciden volver a encarnar.

Te preguntas cómo nos reconocemos, puesto que ya no tenemos cuerpo con el que nos conocimos en el mundo material. De todos modos hemos tenido multitud de esos que podríamos comparar con disfraces. Aunque si lo deseamos podemos adoptar uno de ellos vistiéndonos con el pensamiento, nos reconocemos por frecuencia vibratoria, porque cada uno es único e irrepetible.

No entiendes cómo si en esta vida que acaba de terminar era una de tantas personalidades de mi Yo Total o Ser Superior, esté pasando por todo este proceso. Y ¿qué pasa con las otras personalidades que están experimentando otras vidas en un eterno presente? Ya te dije que la simultaneidad no se puede entender mientras estás encarnado, pero trataré de explicarte cómo funciona. Cada una de estas personalidades de mi Yo Total, después de terminar su experiencia pasa por este mismo proceso y va cada vez más sintiendo y sabiendo todo lo que sucede a las diferentes personalidades, puesto que son la misma entidad. Es como si los diferentes tentáculos del pulpo (personalidades), al ir recogiéndose en la cabeza del mismo, van entendiendo y experimentando lo que todas las diferentes personalidades han hecho. En realidad a los que vemos y nos comunicamos es con los Seres Totales, que gracias a las diferentes experiencias de sus personalidades, van subiendo de plano vibratorio, y cuando ya no encarnan en la Tierra, es la “cabeza del pulpo” la que se manifiesta en este plano celestial.

Los maestros nos dicen lo siguiente: “Al desprendernos del mundo físico seguimos nuestro camino ascendente hacia planos más elevados de conciencia. Cada etapa va dándonos más elementos para llegar a la Verdad Absoluta. Cuando nos unimos finalmente al Padre, nuestra conciencia individual no desaparece, sino que se une a las demás conciencias aunando así nuestras diversas experiencias y compartiendo con el Absoluto todas las vivencias de cada uno. Esto es difícil de entender para nuestra limitada mente humana, sin embargo así se nos dice que es”.   

La muerte no existe (Death does not exist)

English version of this article can be found below.

Cómo es que no existe la muerte si es la única certeza que tenemos, que algún día, todos sin excepción,  dejaremos este mundo. Sin embargo,  no moriremos porque la llamada muerte es  sólo un paso a otra dimensión, a la verdadera vida que se encuentra en el Mundo Espiritual. Somos seres espirituales tomando una experiencia en el mundo físico y para podernos manifestar en él,   necesitamos de un cuerpo físico. Cuando acabamos con lo que nos propusimos experimentar al bajar a la densidad del mundo material, dejamos el  “vestido” que nos sirvió para manifestarnos y nos regresamos a nuestra auténtica morada.

La muerte no existe ya que somos eternos. Nos originamos en la Fuente de Toda Vida a la que se le llama Dios, Creador, Conciencia Universal , que siempre ha sido y siempre será.  Lo que se entiende por muerte en el mundo físico no es más que un cambio de estado; salir del mundo dual y regresar adonde pertenecemos realmente, a nuestro verdadero hogar.  Al acabar con la experiencia que nos propusimos tener en la Tierra, desechamos el cuerpo que nos sirvió para manifestarnos en ella. La muerte, como final del ser humano, no es. Se trata de cerrar un capítulo de la vida que es eterna, de una experiencia en el plano físico que se puede comparar con una pieza de teatro. Acabado  el guión, se sale del  teatro.

Venimos a esta dimensión del mundo material para vivir una experiencia que nosotros mismos diseñamos de antemano con el objeto de corregir nuestros errores y abrirnos al reconocimiento de nuestro verdadero Ser. Cuando decidimos bajar a la densidad de este plano aceptamos olvidarnos de quienes somos en realidad, es decir, una partícula integrante del Creador, de dónde venimos, a dónde hemos de regresar y cubrirnos de ignorancia de lo que se trata la vida aquí.

El Creador de todo lo que existe, Fuente de Energía Universal que conforma  todo, desea  manifestarse porque Él es vida y movimiento continuo.  Al manifestar su poder creativo lo hace proyectando su energía en multitud de chispas de luz que llevan partículas de su conciencia. Esas chispas de luz son todos los seres conscientes que abarcan desde los ángeles y arcángeles hasta los seres evolutivos que se sitúan en el mundo físico.

Estos últimos, que somos los seres humanos, hemos deseado experimentar la aventura de entrar en el olvido de lo que somos, sentirnos separados y solos, enfrentar el sufrimiento y la alegría y redescubrir poco a poco la maravilla de nuestro verdadero ser infinito. Nos limitamos voluntariamente para experimentar el sacrificio de estar separados en conciencia, ya que formamos, con la creación y el Creador, una unidad indivisible.

¿Cuál  ha sido el objetivo de esta experiencia? Somos voluntarios ejecutantes del deseo del Creador de que experimentemos lo que NO-ES ,  lo contrario de nuestra  realidad para descubrirla después de muchas experiencias. Esto parecería a primera vista un absurdo: ¿Por qué siendo parte del Absoluto y siendo inmensamente felices deseamos probar lo opuesto? La necesidad de experimentar diferentes situaciones, de expandirnos desarrollando nuestro poder creativo, nos llevó a aceptar ese reto.

El estar en el mundo del olvido provoca miedo y el miedo es el responsable de lo que llamamos maldad. Es el miedo el que nos lleva a agredir a nuestros semejantes, el que nos empuja a desear poseer efectos materiales, a tratar de controlar a todos y a todo, lo que se traduce en poder. El ser humano está abrumado por deseos  y al haber perdido de vista que es parte del Todo, entra en un estado de insatisfacción continuo, lo que lo lleva a desear  lo que cree le llenará su vacío existencial, cuando en realidad nunca está solo ni separado y por lo tanto no necesita nada.

El sufrimiento nace de los deseos incumplidos y estos son la trampa del mundo físico. No se necesita desear lo positivo porque en realidad es lo único que existe. Nuestra esencia es armonía, felicidad, unidad, y lo que se vive en el mundo dual difícilmente es verdad porque se vive en un sueño irreal. Es por eso que se tienen deseos de todo tipo, para tapar la infelicidad que produce la separación. Basta con despertar a nuestro ser real para Ser y en ese estado no se necesita desear nada porque se tiene todo, los deseos desaparecen, sólo se experimenta la plenitud que no admite ninguna carencia: se es todo con el Todo. Despertar a la única realidad que es la unión con todo lo que es, se logra únicamente a través del amor.

Death does not exist

How is it that death does not exist when it is the only certainty we have, that one day, all of us, without exception, will leave this world. However, we will not die because the so called death is just a step into another dimension, to the real life found within the Spiritual World. We are spiritual beings living an experience in the physical world and to be able to manifest ourselves in it, we need a physical body. When we are finished with what we set out to experience in the material world’s density, we leave the «gown» in which we manifested and return to our real home.

Death does not exist because we are eternal. We originated from All Life’s Source, also known as God, Creator, Universal Consciousness, who has always been and will always be. What is understood as death in the physical world is no other thing than a change of state; an exit from the dual world, a return to where we truly belong: our real home. When we finish the experience we posed to have on Earth, we cast aside the body we used to express ourselves there. Death as an end to the human being is not real. It’s more about closing one more of eternal life’s chapters, an experience within the physical realm which can be compared to a theatrical play. If the script ends, the exit follows.

We come to this material dimension to live an experience designed by ourselves beforehand with the purpose of mending our errors and opening ourselves to the acknowledgement of our true Self. When we decide to descend into this plane’s density we accept to forget who we really are, that is, an integral particle of the Creator, which is where we come from, where we are to return and we cover ourselves with ignorance of what life here is about.

The Creator of all that exists, a Source of Universal Energy that makes up everything, wishes to manifest because He is life and continuous movement. When manifesting his creative power he does so projecting energy through a multitude of sparks of light which carry particles of his own consciousness. These sparks of light are all the conscious beings that include from angels to archangels, all the way down to the evolutionary beings located in the physical world.

The latter, which are the human beings, have desired to experience the adventure of forgetting who they truly are, to feel separate and alone, to face suffering and joy and slowly rediscover the wonders of our real infinite Self. We voluntarily limit ourselves to experience the sacrifice of being separated in consciousness, since we form, with the entire creation and the Creator, an indivisible unit.

What is the purpose of this experience? We are voluntary performers of the Creator’s wish to experience ourselves in what IS-NOT, in what is contrary to our reality in order to discover it after many experiences. At first, this might appear to be absurd: Why, if we are a part of the Absolute and are immensely happy living within it, shall we desire to try living its opposite? The need to experience different situations, to expand ourselves by developing our creative power, led us to accept this challenge.

To be in the world of forgetfulness causes fear and fear is responsible for what we call evil. It is fear which leads us to hurt our equals, it pushes us to wish the possession of material effects, to try and control everyone and everything, which results in power. The human being is overwhelmed by wishes and due to having lost sight of its sense of belonging to the Whole, it enters into a state of continuous dissatisfaction, which leads it to desire what it believes will fill its existential emptiness, when in reality it is never alone nor separate, and is thus in need of nothing.

Suffering stems from unfulfilled desires and these are the trap of the physical world. To wish the positive is unnecessary because it is the only thing that actually exists. Our essence is harmony, happiness, joy, unity, and what is experienced in the dual world is hardly true because we live in an unreal dream. That is why we have all kinds of wishes, to cover up the unhappiness produced by separation. To awaken our real self is enough to Be, and in that state one needs not to desire anything because one has everything already, so wishes disappear, only the completeness that does not accept any scarcity: one is everything with the Whole. To awaken to the only reality which is the union with everything that is, can only be achieved through love.