Según las lecciones recibidas de los maestros espirituales, después del segundo plano del mundo espiritual, donde se efectúan diferentes trabajos en gran armonía y amor, se ayuda a los recién llegados a habituarse a su nueva vida. Asimismo, con gran amor se baja a planos inferiores para tratar de convencer a las almas estancadas de seguir adelante, se estudian las verdades cósmicas y se trabaja también en ser más humildes y amorosos. Entonces el alma decide seguir su evolución en el mundo espiritual o regresar al plano físico. Si es este su deseo tendrá que prepararse durante algún tiempo para escoger y estudiar lo que más le conviene experimentar para su desarrollo de conciencia. Si su deseo es continuar en el mundo espiritual, avanza también aunque más lentamente.
Para acceder al siguiente plano o Alto Astral se necesita seguir un proceso de purificación en extremo profundo. Veamos lo que nos dice Ana sobre su actual experiencia.
El siguiente plano después de estudiar las leyes cósmicas, es de aprendizaje para ayudar a los que están encarnados, es decir, aprender a ser un guía de las almas que se encuentran limitadas en la materia física. Este tercer plano en el que me encuentro actualmente se conoce como la graduación del proceso de ascensión después de la vida en el plano físico.
No quiere esto decir que sea el último plano al que hay que acceder, de ninguna manera. Sigue el camino hasta el Creador por innumerables pasos y niveles hasta la fusión con Él, pero es al llegar a este tercer plano cuando se decide regresar a la Tierra o seguir la evolución en el mundo espiritual. Esto es decisión de cada entidad, volver a la ardua escuela del mundo físico o continuar trabajando en el mundo del espíritu. Aunque el verdadero avance se obtiene en la Tierra por tener que superar todas las adversidades que comporta la vida material.
Si el deseo del alma es seguir su evolución en el mundo espiritual, tiene que aprender a ser guía de los encarnados y después aún de las almas que se encuentran en el mundo espiritual. Una vez que está preparada el alma para ser guía, se le asigna alguna entidad para guiar y posteriormente un grupo de almas, que aunque no estén encarnadas, se necesita que sean guiadas y apoyadas para la toma de decisiones, ya sea para una estancia productiva en el mundo del espíritu o una nueva vida en la materia. Si es esto último, se les ayuda a programar la siguiente experiencia, según lo que requieran aprender, como la humildad, la paciencia, la aceptación, la generosidad, etc., y se idean las circunstancias que ayudarán a su práctica. Es necesario comprender que a nadie se le obliga a encarnar en la materia y que siempre ha sido la decisión de cada uno tener los obstáculos que se le presentan en cada vida.
El trabajo de ser guía de los encarnados es sumamente difícil porque aunque se les inspira desde aquí lo que sería útil para su evolución, muy pocos hacen caso de lo que se les aconseja, siempre está presente el ego y sus exigencias, lo cual va en sentido inverso al desarrollo del alma hacia la espiritualidad.
Es un trabajo arduo pero muy gratificante porque cuando se tiene éxito en un proyecto de ayudar a un alma a encontrar el camino que la acerca a su verdadero ser, se obtiene una enorme satisfacción. Es como sentir que una parte de nuestro cuerpo que estaba enferma, se cura. Claro, porque todos somos UNO, entonces cualquier ser que se desvía afecta al resto del Todo. Me siento dichosa de haber llegado aquí.
La información recibida de los guías sobre este tercer plano nos dice así:
“En este maravilloso mundo también se avanza y es lo que tratamos de hacer cuando ya el mundo tridimensional no nos atrae. Se abre todo un abanico de posibilidades cuando ascendemos a estos planos superiores. Puedes, si así lo deseas, volver al mundo tridimensional para ayudar a los rezagados, pero necesitas mucho amor y valentía para hacerlo. También puedes ayudar a sacar del “Infierno” a quienes están envueltos en soberbia; este trabajo tampoco es fácil, ya que se encuentran en una frecuencia vibratoria muy baja y su densidad es difícil de soportar. Acercarse a esos seres es sumamente desagradable pues están llenos de energía negativa que se puede considerar involutiva. Otra opción es vivir en esta beatitud por algún tiempo y enviar mensajes a los encarnados. Se da mucha ayuda desde aquí a los que se encuentran en dificultades.
“Se decide desde aquí nuestra participación en el plan de ayuda a los que se encuentran todavía en la densidad del mundo físico; se hacen planes de trabajo arreglando las circunstancias necesarias para que se den las condiciones óptimas para el despertar de la conciencia. Nuestra labor consiste en organizar lo mejor posible el funcionamiento del plano material para corregir las desviaciones de las actitudes humanas, proporcionando estímulos y circunstancias que lleven a los seres humanos a su despertar.
“Es un trabajo minucioso y no siempre fácil, no se logra fácilmente que los individuos respondan en el sentido que se espera y cuando esto no es así, se necesita organizar otro suceso que los haga reaccionar. Es por eso que a veces les parece que son coincidencias lo que les sucede y lo toman como simple golpe de suerte o crueldad del destino. Hay que entender que no es ni una cosa ni la otra, sólo efectos de nuestras propias causas.
“Antes de ascender a planos superiores se necesita entender el significado de nuestra vida, de dónde venimos y a dónde vamos. Te preguntas cómo después de comprenderlo olvidamos todo al reencarnar. Así es este proceso, se necesita empezar en ceros, aunque no es totalmente cierto esto, dentro de nosotros van quedando ciertos conocimientos adquiridos en otras vidas que se manifiestan en nuestro estado de conciencia”.
Entre la vida y la muerte no existe ninguna barrera, la una es continuación de la otra en una misma línea energética. Todo es energía que vibra a diferentes frecuencias y lo que se entiende por “vida” en el mundo físico no es más que una etapa en el largo camino de la evolución. Cuando nos encontramos en esa etapa creemos que es la única y la más importante, no porque no lo sea, pero solamente se trata de una de tantas experiencias de nuestro poder creativo.
Por lo que podemos entender, en el mundo espiritual nunca se está ocioso, siempre se trabaja en nuestra evolución hacia el Creador, aunque en esos altos niveles es en un ambiente de paz y armonía maravillosas.